Moscú y Damasco alegan que todavía quedan asuntos de seguridad pendientes para que los expertos de la OPAQ, que llevan desde el sábado en la capital siria, puedan acceder a Duma
Dos días después de haberse desplegado en Damasco, el equipo de inspectores enviados por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)sigue sin poder acceder a Duma, localidad situada a una decena de kilómetros al este de la capital siria donde el pasado día 7 se denunció un ataque letal con gas tóxico. El régimen sirio y sus aliados militares rusos, que controlan el último enclave desalojado por la oposición en la comarca rebelde de Guta Oriental, alegaron razones de seguridad para cerrar el paso a los investigadores internacionales. En la noche del viernes, aviones de Estados Unidos, Francia y Reino Unido bombardearon centros de investigación de armamento sirias en respuesta al ataque en Duma.
Los responsables rusos y sirios habían reclamado hasta ahora que los inspectores de armas químicas iniciaran con carácter urgente su misión de recogida de pruebas en Duma, y en las últimas horas habían dado por hecho en sus comunicaciones oficiales que la investigación se iba poner en marcha con carácter inmediato. En los contactos que mantuvieron ayer con el equipo de la OPAQ se limitaron a ofrecer la presencia en Damasco de 22 supuestos testigos del ataque químico de Duma para que fueran interrogados.
Grupos de emergencias y sanitarios relacionados con la oposición al presidente Bachar el Asad denunciaron el pasado día 7 que un ataque químico lanzado por el régimen había causado decenas de muertos —al menos 40, según sus primeros informes— y centenares de intoxicados por la inhalación de gas cloro y gas sarín (agente nervioso).
Estados Unidos, que encabezó el pasado sábado el ataque de castigo lanzado junto con Francia y Reino Unido contra instalaciones estatales sirias supuestamente vinculadas al programa de armas químicas, ha acusado a Rusia y a Siria de estar bloqueando la misión internacional. El embajador norteamericano ante la OPAQ, Kenneth Ward, expresó sus sospechas de que Damasco y Moscú estaban intentando manipular las pruebas disponibles sobre el terreno.
El equipo de investigadores de la OPAQ esta formado por nueve expertos listos para iniciar su trabajo. “Los miembros de las delegaciones siria y rusa que han participado en los preparativos de la misión, en Damasco, señalan que hay asuntos de seguridad todavía por resolver antes de proceder a su despliegue”, aseguro en un comunicado oficial Ahmet Uzumcu, director general de la organización, reunida de urgencia en su sede oficial de La Haya.
Uzumcu instó a todos los Estados miembros “a que compartan información sobre el incidente [químico]”. Serguéi Lavrov, ministro ruso de Exteriores, negó cualquier interferencia de su país en las investigaciones. “Puedo garantizar que Rusia no ha alterado las pruebas que pueda haber en el lugar del supuesto incidente”, declaró a la BBC. Peter Wilson, representante británico ante la OPAQ, acusó también a Damasco y a Moscú de entorpecer la labor de los inspectores. Wilson también calificó de “ridícula” la sugerencia rusa de que “Reino Unido haya contribuido a escenificar un ataque químico falso” en Duma.
El director de la OPAQ subraya en su comunicado que cuenta “con todo el apoyo del secretario general de Naciones Unidas”, António Guterres. También anunció que ha pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que “comparta la información que haya recabado gracias a sus colaboradores sobre el terreno”. Según la OMS precisamente, de los alrededor de 70 muertos en el ataque en Duma del pasado 7 de abril, 43 presentaban cuadros relacionados con sustancias tóxicas.